lunes, 8 de marzo de 2021

COMENTARIO DE TEXTO. LA POESÍA DEL RENACIMIENTO.

isabel freire

 

COMENTARIO DE UN TEXTO LÍRICO

Comentario del soneto de Garcilaso

 “Escrito está en mi alma vuestro gesto”


Soneto V


Escrito está en mi alma vuestro gesto
y cuanto yo escribir de vos deseo:
vos sola lo escribisteis, yo lo leo
tan sólo, que aun de vos me guardo en esto.

En esto estoy y estaré siempre puesto,
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.

Yo no nací sino para quereros:
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma misma os quiero.

Cuanto tengo confieso yo deberos:
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir y por vos muero.


Para una información más completa sobre Garcilaso, podéis acudir a la página web de Garcilaso.


1.- Localización del texto en su contexto. La lírica amorosa renacentista


El poema propuesto es un soneto de Garcilaso de la Vega, poeta cuya producción se enmarca dentro del Renacimiento.
Este movimiento se desarrolla durante el siglo XVI, y se caracteriza fundamentalmente por una recuperación de la
cultura clásica (Grecia y Roma antiguas), que se traslada a todas las corrientes artísticas.
La lírica renacentista sigue el modelo marcado en Italia por Petrarca. La poesía de este constituye una expresión amorosa hacia una
dama ideal, inalcanzable, lo que convierte su amor en una relación casi imposible. Esta poesía se inspira en la teoría neoplatónica del amor, según la cual, la amada es un ser perfecto, inalcanzable, de manera que el amante sólo puede acceder a ella por la vista: el amor es un sentimiento que entra por los ojos y llega hasta el corazón. Y este sentimiento tan puro purifica a su vez al amante, elevándolo, haciéndolo más espiritual. Pero la imposibilidad de ese amor hace que los sentimientos del amante vayan desde la esperanza exaltada hasta el dolor y el abatimiento ante la certidumbre de que nunca podrá alcanzar a su amada.
Es frecuente que el poeta exprese sus sentimientos mediante la descripción de la naturaleza, una
naturaleza bella, serena, pero idealizada (locus amoenus), o bien reflejándolos en las relaciones entre los protagonistas de la mitología griega o romana, o bien poniéndolos en boca de pastores, unos pastores idealizados que, en lugar de cuidar del ganado, se pasan el día tocando instrumentos y cantando canciones en las que se lamentan del desamor que les muestra una bella pastora (égloga).

Desde el punto de vista formal, la lírica renacentista responde a un estilo sencillo y natural, con un lenguaje claro, sin rebuscamiento. En cuanto a la métrica, triunfa una nueva medida de verso, importada de Italia: el endecasílabo. Este nuevo verso se emplea preferentemente en una nueva estrofa, también imitada de la poesía petrarquista: el soneto. Pero también se utiliza en octavas, tercetos encadenados y, en combinación con heptasílabos, en canciones, liras y silvas. En todas estas nuevas formas métricas se emplea la rima consonante.

Garcilaso nace hacia 1501 y muere en 1536. Perteneciente a una noble familia castellana, ingresó en la corte del emperador Carlos I y tomó parte en numerosas batallas.Garcilaso de la Vega
Prototipo de hombre renacentista, conjugó su actividad militar con su afición a las letras. Animado por su amigo Boscán, se sumó a la corriente poética petrarquista y adaptó la nueva métrica y la nueva temática de amor neoplatónico al lenguaje poético castellano.
Es autor de cuarenta sonetos, tres églogas, cinco canciones, dos elegías… Su obra, escrita entre 1526 y 1535, fue publicada tras su muerte por Boscán, en 1543.
Muchas de sus composiciones reflejan la pasión de Garcilaso por la dama portuguesa Isabel Freyre, de quien el poeta, a pesar de estar casado, se enamoró en 1526. La muerte de la joven, en 1533, le afectó profundamente.

2.- Determinación del tema.

En esta composición, el poeta se dirige a su dama para expresarle su amor. Se trata de un amor inmenso, incondicional, que incluso la diviniza, llevándole a reconocer que su propia existencia se la debe a ella.

3.- Distribución de su estructura y resumen de su argumento.

En el primer cuarteto,

Escrito está en mi alma vuestro gesto
y cuanto yo escribir de vos deseo:
vos sola lo escribisteis, yo lo leo
tan sólo, que aun de vos me guardo en esto.

el poeta se dirige a su amada para reconocer ante ella que lleva su imagen impresa en el alma. Obviamente, no se trata sólo de la imagen, sino de todo su espíritu; entre ellos se ha producido una comunión espiritual, de tal manera que los versos que el poeta escribe, es como si no los escribiera él, sino ella, y él simplemente los leyera. Esto, más allá del hecho puramente literario, supone que el poeta reconoce que su voluntad, sus pensamientos y su entendimiento, ya no responden más que a la voluntad, los pensamientos y el entendimiento de su amada.

En el segundo cuarteto,

En esto estoy y estaré siempre puesto,
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.

el poeta admite su inferioridad con respecto a su amada: él siente que no la  merece . Todo en ella es tan perfecto, que la diviniza: admite con fe cualquier cosa que piense o sienta hacia ella, por muy difícil de entender que resulte, por el simple hecho de que sabe que procede de ella.

En el primer terceto,

Yo no nací sino para quereros:
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma misma os quiero.

el poeta reconoce que su vida sólo tiene sentido en cuanto que la ama a ella. Y a continuación lo explica: tanto se ha unido el alma del poeta con el de su amada, que el amor hacia ella ya constituye un hábito, algo interiorizado en él.

Y en el segundo terceto,

Cuanto tengo confieso yo deberos:
por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir y por vos muero.

el poeta nuevamente idealiza a de la amada, pues a ella le debe cuanto es. Y a continuación lo explica: vive gracias a ella y muere por ella.

En conclusión, el poema podría sintetizarse en estas palabras: Amada mía, os llevo impresa en mi alma, hasta tal punto, que cuanto pienso y siento, es decir, cuanto soy, os lo debo a vos.



4.- Comentario de la forma y estilo.

Se trata, como ya ha quedado señalado, de un soneto, estrofa de catorce versos endecasílabos (once sílabas, arte mayor, por tanto), agrupados en dos cuartetos y dos tercetos.
La 
distribución de la rima es la siguiente:

11 A
11 B
11 B
11 A

11 A
11 B
11 B
11 A

11 C
11 D
11 E

11 C
11 D
11 E

Para el cómputo silábico es necesario recurrir a procedimientos como la sinalefa (unión de dos vocales en una misma sílaba) y el hiato (separación de dos vocales que, de forma natural, se pronunciarían juntas):


– Sinalefas:

Escrito_está_en (v. 1)
yo_escribir (v. 2)
que_aunque (v. 6)
alma_os (v. 10)
misma_os (v. 11)


– Hiatos:


mi – alma (v. 1)
mi – alma (v. 10)

Además, podemos encontrar varias figuras retóricas, tales como:

Hipérbaton (desorden voluntario en los elementos de la oración):
Escrito está en mi alma vuestro gesto / y cuanto yo escribir de vos deseo. (vv. 1 y 2)

Vuestro gesto está escrito en mi alma, y cuanto yo deseo escribir de vos.
O, dicho de un modo un poco menos rígido: En mi alma está escrito vuestro gesto (vuestro rostro) y cuanto yo deseo escribir de vos.

De tanto bien cuanto no entiendo creo (v. 7)

Creo cuanto no entiendo de tanto bien.

Cuanto tengo confieso yo deberos (v. 12)

Yo confieso deberos cuanto tengo.

Anáfora (repetición de la misma palabra al principio de varios versos o varias frases):


por vos nací, por vos tengo la vida,
por vos he de morir y por vos muero (v. 13-14).


Se trata de una anáfora que consiste en la repetición de “por vos” al principio de cuatro oraciones: dos al comienzo de verso y dos en posición interior.

Paralelismo (repetición de una estructura sintáctica en varias oraciones):
La anáfora señalada entraña un paralelismo, ya que se repite la estructura “por vos + verbo”.

Aliteración (repetición de un sonido):
Se percibe un predominio de sonidos dentales /t/ y /d/ y de silbante /s/ en el primer cuarteto.


Escrito está en mi alma vuestro gesto
y cuanto yo escribir de vos deseo:
vos sola lo escribisteis, yo lo leo
tan sólo, que aun de vos me guardo en esto.


Encabalgamiento (sintagma que queda cortado en dos partes) entre el tercer y el cuarto versos: yo lo leo / tan sólo.

Juegos de palabras (relación entre la forma o el contenido de dos o más palabras cercanas):
Encontramos juegos de palabras en
escrito, escribir, escribisteis (primer cuarteto); estoyestaré (segundo cuarteto); quereros, quiero (primer terceto), y morir, muero (segundo terceto).


-
Doble sentido:

Por hábito del alma misma os quiero.

La palabra “hábito” tiene aquí un sentido equivalente a “costumbre”. Pero también parece hacer referencia, en sentido figurado, a un hábito que el alma del poeta se habría confeccionado y con el que se habría vestido (mi alma te ha cortado a su medida).

Personificación:

atribución de cualidades humanas a algo que no las tiene.
Mi alma os ha cortado a su medida (v. 10).
Aunque no hay nada más humano que el alma, no tiene la capacidad de cortar. En este caso, se corresponde con el doble sentido de la palabra “hábito”.

Hipérbole (exageración):
Por vos muero (v. 14).
El poeta emplea el verbo morir en presente para expresar el sufrimiento de un amor no correspondido.

En el texto se aprecia un predominio de oraciones simples y coordinadas. Por ejemplo, el primer terceto está formado por tres oraciones simples, una por verso.
La
subordinación es casi inapreciable. Por ejemplo, en el primer cuarteto se suceden igualmente oraciones simples, con una conjunción “que” al final, con un significado causal.
En el segundo cuarteto encontramos dos conjunciones seguidas: “que aunque”, la primera causal y la segunda concesiva. Se trata de una subordinada dentro de otra; sin embargo, no presenta demasiada complejidad sintáctica.

En conclusión, desde el punto de vista formal, puede decirse que Garcilaso emplea un estilo culto, pero con un lenguaje claro y unos recursos retóricos fácilmente comprensibles.
Esta sencillez lingüística y estilística hace que el soneto sea elegante y no resulte difícil de comprender.


5.- Comentario del contenido.


En el poema se aprecia un predominio de palabras del campo semántico de lo espiritual y de los sentimientos, todas ellas relacionadas con el tema. Así, por ejemplo, los sustantivos alma (vv. 1 y 10), gesto (v. 1), fe (v. 8) y vida (v. 13). Pero si algo llama la atención es la abundancia de verbos. No se trata de verbos de acción, más propios de narraciones, sino que se refieren asimismo al ámbito de lo espiritual y de los sentimientos: escribir (v. 2), deseo (v. 2), escribisteis (v. 3), leo (v. 3), veo (v. 6), entiendo (v. 7), creo (v. 7), nací (b. 9), quereros (v. 9), quiero (v. 11) confieso (v. 12), morir (v. 14) y muero (v. 14).

También adquieren relevancia los pronombres, fundamentalmente de segunda persona, en las formas del antiguo tratamiento de respeto: vos (vv. 2, 3, 4, 6, 13 y 14), os (vv. 9, 10, 11 y 12) y vuestro (v. 1), lo que supone su presencia en casi todos los versos. En menor medida aparecen los de primera persona: yo (vv. 2, 3, 9 y 12), (v. 6), me (v. 4) y mi (vv. 1 y 10). Y es que la figura que ocupa el centro del poema, y a la que el poeta dirige sus palabras, es la amada; de ahí la presencia constante de la segunda persona.

En efecto, en la amada se engendra el amor, y a través de los ojos penetra en el alma del poeta. Y eso es lo único a lo que el amante debería aspirar: a llevarla dentro del alma. Porque sus cualidades la sitúan en un plano superior, la divinizan… la hacen inalcanzable.
Esta concepción del amor como una relación tan sumamente desigual procede, de forma inmediata, de la
poesía petrarquista, que a su vez se inspira en el neoplatonismo. Según esta corriente, el amor es un sentimiento puro, espiritual, en absoluto carnal, que entra por los ojos directamente al alma; consiste sobre todo en una adoración que el amante siente hacia la amada, la cual se encuentra en un plano tan superior con respecto a él, que resulta inalcanzable, y eso hace, por tanto, su amor imposible. Experimentar este amor tan puro purifica al amante, le hace más espiritual.
La expresión de amor alcanza su punto álgido cuando el amante
idolatra a la amada: cree en ella con auténtica fe, reconoce que le debe la vida, manifiesta su voluntad de morir por ella…

A lo largo del soneto se percibe una gradación en la intensidad de la declaración.
En el primer cuarteto plantea el amor como un sentimiento que le posee:
ha interiorizado a su amada, la lleva dentro del alma (el gesto” representaría por metonimia a la amada), y eso afecta a su labor intelectual, a sus pensamientos, pero sobre todo a su capacidad creativa: él tan sólo puede leer lo que ella va dictándole desde dentro y, mediante la mano y la pluma del poeta, escribe.
En el segundo cuarteto, amplía lo anterior, partiendo del verso “
En esto estoy y estaré siempre puesto” (o, lo que es lo mismo: esto que acabo de decir lo admitiré siempre); el futuro acompañado del adverbio “siempre” constituye una declaración de intenciones sobre lo eterno de su amor. Y a partir de ahí comienza la declaración de la idealización de la amada, al equiparar la reflexión sobre sus sentimientos con un acto de fe.
Los dos tercetos tienen un contenido similar:
la amada da sentido a la vida del poeta. Pero el segundo gana en intensidad: sería la conclusión.
En este último se produce una nueva gradación, condensada en dos versos, que encierran la razón de vivir para el poeta, mediante un juego de conceptos entre la vida y la muerte:
por vos nací, por vos tengo la vida, / por vos he de morir y por vos muero. Se trata de una gradación encerrada en la progresión nacer, vivir, estar condenado a morir y, por último, morir.
El primero en pasado, los demás en presente. Y es que, para el poeta, que debe a su amada la vida, vivir enamorado de ella y no ser correspondido es casi como estar ya muerto.

En todo el poema nos desenvolvemos en el ámbito de lo sacro-profano.
La expresión “escrito está”, que abre el primer cuarteto, parece una alusión a las Sagradas Escrituras. En el segundo cuarteto, la declaración de creer en la amada con fe la eleva a una condición casi divina. Y es que llevar a la amada impresa en el alma define una relación tan espiritual como la que se establece con la divinidad. Esta consideración se confirma en el último terceto, que resume el contenido del soneto completo: el poeta reconoce que es a su amada a quien le debe la vida.


6.- Interpretación, valoración, opinión.


En este soneto, Garcilaso expresa sus sentimientos hacia su amada, elevándola a un plano idealizado.
En la lírica renacentista, el amor adquiere una consideración similar a la
adoración: la amada es un ser perfecto, y por tanto fuera del alcance del amante; entre ellos se establece, pues, únicamente una relación espiritual (según los principios de la doctrina neoplatónica sobre el amor).
Garcilaso reconoce aquí deber la vida a su amada, como si del Creador esta se tratara, pero a la vez lamenta estar muriendo por su causa, al no ver correspondido su amor.

Es este un concepto del sentimiento amoroso que, con el paso del tiempo, se ha ido viendo superado por una consideración de la mujer como un ser inferior. Actualmente, la tendencia que se impone es la igualdad entre hombre y mujer en la relación amorosa.























Extraído de : https://trabajosdeliteratura.wordpress.com/2016/02/29/comentario-2-0-de-un-soneto-de-garcilaso-de-la-vega/

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